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José María Gatica: "La trompada del Peronismo"

Odiado por el ring side que lo quería ver perder, querido por las cuatro tribunas del viejo Luna Park que lo quería ver ganar, el se quedaba con la tribuna, porque era pueblo, y el también era pueblo. “…dos potencias se saludan General”, le dijo desparpaja mente a Perón, a Perón le brotó una sonrisa espontanea, y le tendió esa manaza que también parecía de un boxeador, era el encanto de las noches del Luna, Gatica y Perón, Perón y Gatica.

Jose Maria el Mono Gatica SFGatica había sido de todo en su niñez, bastante difícil, tenia un encanto que brotaba desde su amplia sonrisa mostrando su dentadura, con esa dentadura que descansaba seguido porque no había nada para comer, por eso “el Mono”, era pueblo, porque hasta que no apareció Perón todo era hambre y que lo cuenten los pobres de Villa Devoto que asaltaban los trenes lecheros para darle algo a sus hijos, mientras Francisco Beiró repartía azúcar y yerba mate en su lujosa mansión, lo contaba mi vieja que se puso un par de zapatos a los 17 años, había nacido en 1927.

Esta es la historia del “mono”, más que un deportista, era un Embajador Peronista, porque llegó a donde quiso y como quiso, y vivió como se le dio las ganas, y con su plata hizo lo que hubiese hecho cualquier pobre de ese momento, se la gastó toda, vivió al límite, lo que lo llevó a tener demasiados enemigos, tal vez envidiosos, era el “mono”, capaz  feo en su contexto, pero bueno en su forma de ser “…che, diarierito…haber vení…cuantos diarios tenés…nada más…bueno dámelos todos…aca tenés tu plata… y andate a comer algo”. Alguien podía estar en contra de estas acciones. Peleó hasta que derrocaron a Perón, después la Asociación de Boxeo lo prohibió, el no se hacía problemas “…son unos infelices”, total no era casualidad, ningún deportista, actor, actriz, etc. Lo podía hacer, claro eran peronistas, un fuerte abrazo, Dedicado a :Luis Majul, Bonelli, Ruiz Guinazú, Nelson Castro, Mirta Legrand, etc.

José María Gatica (Villa Mercedes, Argentina, 25 de mayo de 1925 – Buenos Aires, Argentina, 12 de noviembre de 1963), conocido como El Mono Gatica, fue un boxeador argentino de peso ligero (61 kg). Con una carrera deportiva en la que realizó 95 combates, de los que ganó 85 (72 por nocaut) fue una figura inmensamente popular en Argentina.[2]

Infancia y juventud

Gatica nació en la provincia de San Luis, pero a los siete años su familia se mudó a Buenos Aires. Extremadamente pobre, desde niño Gatica trabajó como lustrabotas en Plaza Constitución; la habilidad adquirida en las peleas callejeras para mantener su puesto en la estación de trenes atrajeron la atención de un comerciante local, Lázaro Koczi, que tenía vínculos con el boxeo.

Le ofreció participar por dinero en los combates irregulares que se celebraban en The Sailor's Home, el alojamiento para marineros sin trabajo de la misión británica, donde se apostaba en breves combates a tres rounds. Tras unos cuantos combates exitosos, Koczi le propuso dedicarse al boxeo profesional. Hasta ese momento, Gatica había compaginado el ring con su puesto de lustrabotas en Constitución.

Carrera profesional

 

El 7 de diciembre de 1945 tuvo su primer combate profesional, en el que noqueó en el primer asalto a Leopoldo Mayorano. Ganó dos peleas más en ese mes, un ritmo casi sin precedentes. Ya con algo de fama, en 1946 haría siete combates, ganándolos todos; en uno de ellos se enfrentó con quien sería su archirrival, Alfredo Prada, con el que se encontrarían cinco veces más en el ring, con resultados igualmente divididos,[1] y quitándose mutuamente el invicto.[3]

El perfil popular y el indudable carisma de Gatica, un boxeador agresivo y ambicioso, espectacular sobre el ring, atrajeron la atención del público. Se granjeó el aprecio de los asistentes a la tribuna popular, que lo apodaron el Tigre por la furia que mostraba en el combate; los aficionados de clase alta, que concurrían al ring-side, deploraban en cambio su falta de clasicismo. A ellos se debe el apodo de “el Mono”, caricaturizando su color de piel y sus facciones.

El entonces presidente Juan Domingo Perón le había mostrado aprecio; en una ocasión en que pidió que se lo presentasen, Gatica, con desparpajo, lo saludó con una frase que se haría famosa: General, dos potencias se saludan.[1] Perón, aficionado al boxeo, apoyó el primer y único viaje de Gatica a los Estados Unidos en busca de un título mundial; la gira comenzó con éxito, derrotando por nocaut en el cuarto asalto a Terence Young. Gracias a ello, el campeón mundial de la categoría, Ike Williams, le ofreció un combate sin poner en juego el título en el Madison Square Garden de Nueva York; el combate, celebrado en 1951, se resolvió muy rápidamente con un encadenamiento de golpes de Williams, que noqueó a Gatica en el primer asalto aprovechando un exceso de confianza del boxeador argentino.[1]

Regresó a la Argentina sin contar ya con el favor oficial,[1] pero entre 1952 y 1953 ganaría aún trece combates, aunque alternándolos con sonadas derrotas como la padecida frente a Luis Federico Thompson. El 16 de septiembre de 1953 se encontró por sexta vez a Prada, a quien había derrotado ya en tres oportunidades; en el primer round, un cabezazo de su adversario le fracturó el maxilar inferior, pero Gatica rechazó la ayuda médica y siguió combatiendo cuatro asaltos más, hasta que el médico declaró el KOT en el quinto asalto. Sería la última pelea importante de Gatica, que abandonó el boxeo dos años más tarde.

Tras el retiro

Su último combate pugilístico lo hizo en 1955, cuando la Asociación Argentina de Boxeo, lo sancionó de por vida, por ser opositor a la dictadura militar que derrocó al gobierno de Juan Domingo Perón, su amigo y compadre.

Sin rédito alguno de las ganancias obtenidas, Gatica volvió a la pobreza de su infancia; vivió en una villa miseria con su segunda mujer y las dos hijas del matrimonio, trabajando irregularmente y dependiendo en buena medida de la beneficencia. En alguna ocasión su antigua fama le granjeó trabajo, como en un encuentro de catch organizado por la troupe de Martín Karadagián, en que el ex-boxeador fingió una derrota con el productor del espectáculo, no sin recibir un fuerte castigo por parte del catcher que, enojado por algún puñetazo dado por Gatica, le provoco una lesión en el tobillo de la que no se recuperaría totalmente. A fines de la década, brevemente atrajo de nuevo la atención del público cuando sus escasos bienes se perdieron en una inundación.

El 12 de noviembre de 1963, a los 38 años de edad, a la salida de la cancha de Independiente fue atropellado por un colectivo. Falleció por las heridas producidas.[4] [5]

Su vida y su legado en el boxeo inspiró la película Gatica, el Mono del cineasta y cantante argentino Leonardo Favio.[6]

Citas y referencias

  1. a b c d e f Horacio Pagani (noviembre de 2004). «Recordarlo, un buen homenaje para Gatica». Diario Clarín. Buenos Aires: Grupo Clarín.
  2. a b c d e f g Daniel Guiñazu. «Mono, las pelotas». Diario Página/12. Buenos Aires: Editorial "La Página" S.A..
  3. ↑ UNO Medios Argentina (ed.): «Había que pedirle audiencia». Diario UNO de Santa Fe (noviembre de 2008).
  4. ↑ José María Gatica: Un odio que no conviene olvidar - Osvaldo Soriano
  5. ↑ 45 años sin José María Gatica
  6. ↑ Gatica, el mono (1993)
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