1947: LA DECLARACION OLVIDADA
1816 parió una nación políticamente libre del Rey del España y de toda otra dominación extranjera y 1947, la emancipación de todo poder capitalista foráneo.
1816 fue un acto heroico de un pueblo en armas, las luchas de Belgrano, Güemes y tantos otros patriotas y el emplazamiento de San Martín al Congreso de Tucumán de romper con el vínculo colonial provocaron la declaración. Recién durante el gobierno de Rosas tuvo el carácter de festejo oficial y conscientemente de ello creó en 1835 la Aduana para proteger la industria nacional. Luchas civiles, empréstitos y otros hechos marcaron el divorcio del espíritu sanmartiniano.
1947, silenciada por la historia oficial y los autodenominados comunicadores sociales, fue una decisión de un pueblo soberano, que logró liberarse de los poderes y organismos internacionales, rescatar la deuda externa, nacionalizar la banca, la producción y los servicios, para movilizar las fuerzas productivas nacionales, regular los resortes estratégicos de la economía, para abrir la etapa histórica más próspera para la nación y más feliz para el pueblo argentino.
Ambas experiencias, que terminaron sucumbiendo al caer bajo el dominio de Gran Bretaña primero, y EE.UU. después (uno de los primeros actos de la dictadura de 1955 fue adherirse al FMI), nos enseñaron que debemos unir fuerzas para enfrentar a los enemigos de la nación y que ningún país del continente podrá liberarse por completo en forma individual, de allí que nuestra respuesta al dividir para reinar debe ser
construir la política de unirnos para liberarnos.
A continuación se transcribe el Acta del 9 de Julio de 1947:
ACTA DE LA DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA ECONÓMICA
En la benemérita y muy digna ciudad de San Miguel de Tucumán, a nueve días del mes de julio de mil novecientos cuarenta y siete, en celebración del centésimo trigésimo primer aniversario de la Declaración de la Independencia política, sancionada por el Congreso de las Provincias Unidas, reunido en mil ochocientos dieciséis, se reúnen en acto solemne los representantes de la Nación en sus fuerzas gubernativas y en sus fuerzas populares y trabajadoras, para reafirmar el propósito del pueblo argentino de consumar su emancipación económica de los poderes capitalistas foráneos que han ejercido su tutela, control y dominio, bajo las formas de hegemonías económicas condenables y de los que en el país pudieran estar a ellos vinculados.
A tal fin los firmantes, en representación del pueblo de la Nación, comprometen las energías de su patriotismo y la pureza de sus intenciones en la tarea de movilizar las inmensas fuerzas productivas nacionales y concertar los términos de una verdadera política económica, para que en el campo del comercio internacional tengan base de discusión, negociación y comercialización los productos del trabajo argentino, y quede de tal modo garantizada para la República la suerte económica de su presente y porvenir.
Asi lo entienden y así lo quieren, a fin de que el pueblo que los produce y elabora y los pueblos de la tierra que los consumen, puedan encontrar un nivel de prosperidad y bienestar más alto que los alcanzados en ninguna época anterior y superiores a los que puedan anotarse en el presente. Por ello, reafirman la voluntad de ser económicamente libres, como hace ciento treinta y un años proclamaron ser políticamente independientes.
Las fuerzas de la producción e industrialización tienen ahora una amplitud y alcance no conocidos y pueden ser superados por la acción y trabajo del pueblo de la República. El intercambio y la distribución suman cifras que demuestran que el comercio y la industria se expanden conjuntamente con aquéllos. La cooperación, que contribuye a fijar de manera permanente las posibilidades humanas, será activada hasta alcanzar el
completo desenvolvimiento que demandan las nuevas concepciones del comercio y empleo mundiales de las energías.
A su término, una vez leída esta declaración y preguntados si querían que las provincias y territorios de la República Argentina tuviesen una economía recuperada y libre del capitalismo foráneo y de las hegemonías
económicas mundiales o de las nacionales comprometidas con aquéllas, aclamaron y reiteraron su unánime y espontáneo, así como decidido voto por la independencia económica del país, fijando por su determinación el siguiente Preámbulo:
Nos, los representantes del pueblo y del gobierno de la República Argentina, reunidos en Congreso Abierto a la voluntad nacional, invocando la Divina Providencia en el nombre y por la autoridad del pueblo que
representamos, declaramos solemnemente a la faz de la tierra la justicia en que fundan su decisión, los pueblos y gobiernos de las provincias y territorios argentinos, de romper los vínculos dominadores del
capitalismo foráneo enclavado en el país y recuperar los derechos al gobierno propio de las fuentes económicas nacionales.
La Nación alcanza su libertad económica para quedar, en consecuencia, de hecho y de derecho, con el amplio y pleno poder para darse las formas que exijan la justicia y la economía universal, en defensa de la solidaridad humana. Así lo declaran y ratifican ante el pueblo y gobierno de la Nación, el gobierno y pueblo aquí representados, comprometiéndose uno y otro, al cumplimiento y sostén de esta, su voluntad, bajo el seguro y garantía de sus vidas y honor.
Comuníquese a la Nación, y en obsequio del respeto que se debe a los demás Estados, detállense en un manifiesto y acta las fuentes determinantes de esta solemne declaración, dada en la Sala de Sesiones del Congreso de las Provincias Unidas, donde en mil ochocientos dieciséis se proclamara la independencia de la República y refrendada por los representantes del pueblo y gobierno argentinos aquí reunidos.
Juan Perón (Presidente de la Nación) y demás firmas de los representantes (Quijano, Bramuglia, Borlenghi y
otros)
HOY asistimos a la creación de una nueva Concordancia conservadora, que pretende un carácter refundacional mediante un denominado Pacto de Mayo, que no es otra cosa que consolidar los privilegios
del poder económico concentrado y el servilismo a la extranjería.
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