25 de Mayo: la Patria y el Movimiento Obrero SIN LUGAR PARA LOS DÉBILES
En el marco del Comité Central Confederal la C.G.T. confirmó el 12 de julio como fecha para celebrar las elecciones en la central obrera. Ausentes lo gordos y los independientes. El 25 nos invita a reflexionar que C.G.T queremos los trabajadores.
El miércoles 23 de mayo 130 gremios se dieron cita en la sede de la central obrera para ratificar las elecciones del 12 de julio. Como se esperaba no participaron del Confederal ni los gordos ni los mentados independientes.
“Hablan de unidad y no vienen al Consejo Directivo. Hablan que tienen la inmensa mayoría y no vienen a discutir con la minoría” dijo el Secretario General de la C.G.T. Hugo Moyano, la referirse a sus opositores.
Quienes hoy hablan de la unidad del Movimiento Obrero eligen la tribuna de los medios para hacer declaraciones estridentes que no reflejan la representación de la mayoría de los trabajadores. Débiles y dóciles frente al poder, estos dirigentes que pretenden hablar como peronistas pero que viven como oligarcas, apelan a la violencia discursiva para atacar a Hugo Moyano y en consecuencia al conjunto de los trabajadores.
Los Barrionuevo, los Lescano, los Daer, entre otros, son la expresión acaba de un era en decadencia. Lejos de expresiones nacionales y populares estos dirigentes agotaron su capital representativo en los ’90, mientras se llenaban con pizza y champagne a costa de la entrega de la dignidad de los trabajadores.
Para el actual conductor de la central obrera “la lealtad se paga únicamente con lealtad”, en tal sentido Moyano ha dada sobradas muestras políticas e ideológicas de que su lealtad es para con los trabajadores.
En un acto realizado en el micro estadio de Ferro, a principios del 2011, organizado por las 62 Organizaciones Peronistas de Capital, el compañero Hugo Moyano decía: “No es a Moyano al que le tienen miedo, a los que les tienen miedo son a los trabajadores. Y lo hemos dicho en múltiples oportunidades, no queremos que le tengan miedo a los trabajadores, queremos que le tengan respeto, porque es lo que el trabajador se merece”.
Si sintonizamos con fineza los trabajadores aun no somos visibilizados como agentes socio-políticos. Más allá de los logros obtenidos en recuperación de cierta masa salarial (cuestión que aun debemos debatir en profundidad) los trabajadores somos contemplados sólo como dinámica económica.
A partir de 1955 los trabajadores fuimos invisibilizados en el campo político. Esto implicó que distintos sectores nos releguen, estratégicamente, a ser un mero factor de presión en momentos de resistencia y a negarnos como factor de poder en momentos de construcción política. En tal sentido, cuando Moyano intentó poner a los trabajadores en el centro de la escena política, cuando el Movimiento Obrero comenzó a disputar espacios de poder, la “razón” política desplegó su estructura para relegar a los trabajadores al simple escenario económico.
Cuando desde los discursos gubernamentales la Presidenta nos pide madurez y racionalidad nos sustrae del campo de acción político y nos somete a la variable económica. En tales discursos el sujeto histórico es reducido a un ejemplo de lineamiento económico vacío de sentido político e ideológico.
Por su composición peronista el Movimiento Obrero no es un agente apolítico ni mucho menos pasivo. No se define en los márgenes ni en el sometimiento político. Si se habla de campo popular, si se habla de un proyecto Nacional y Popular, se habla de Movimiento Obrero Organizado y peronista.
Si se quiere subestimar a los trabajadores la dirigencia política se equivoca. Si se quiere desplazar, desde esa misma dirigencia, a Hugo Moyano por ser orgánico pero nunca funcional, se comete un error táctico. No se puede menospreciar la historia porque ello implica que no hemos aprendido nada en el transcurso del tiempo.
La C.G.T no es un bastión de obsecuentes del poder. No es el instrumento de ese poder para cosificar a los trabajadores. La C.G.T es la política de los trabajadores y los trabajadores en política. La C.G.T, con la conducción de Hugo Moyano es La Hora de los Trabajadores.
La central obrera peronista no es un lugar para dirigentes débiles y dóciles, amarillos y entreguistas. Es un lugar por y para trabajadores, donde la inclusión social, la soberanía económica, la independencia política y la justicia social no se negocian.
El pueblo trabajador debe saber, como quiso saber el 25 de Mayo de 1810, que la Confederación General del Trabajo no es un lugar para traidores.
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