Carta a John W. Cooke (21-03-1957)
Caracas, 21 de marzo de 1957.
Señor Dr. John William Cooke
Santiago
Mi querido amigo:
Usted podrá imaginar la satisfacción con la "plantada" espectacular de ustedes. Realmente "nos saltaron los tapones" cuando recibimos insólitamente la información de que ustedes estaban en Magallanes (Chile). Yo tengo una doble alegría porque el trabajo ya se estaba poniendo demasiado pesado para mí solo en el Comando Superior Peronista.
Esto viene de perillas porque la gente de Buenos Aires ha comenzado a moverse en distintas direcciones ante las prometidas elecciones de la canalla dictatorial. El propio Leloir, que durante un año y medio no había dado señales de vida sino por intermedio de San Millán o Capelli, me escribió una carta sobre lo que él considera su actitud hasta ahora privado de toda libertad y posibilidades, pero preocupado por las declaraciones que publicó el diario "A Noite" y la autorización que yo había extendido a usted por intermedio de su padre que había trascendido. Le contesté la carta que en copia le adjunto y que refleja en realidad lo que yo aprecio desde acá del momento argentino.
No sé si acaso las informaciones que posea sean suficientes para formar un verdadero panorama de lo que pasa pero creo firmemente que aunque me falte ajuste, en lo general, nuestra actitud no puede ser otra por el momento. Por esc? ardo en deseos de conversar con usted y apreciar acá juntos las cosas. Creo también que no nos conviene que ustedes se queden allí en Chile, simo que se trasladen para Caracas en cuanto les sea posible. Creo que las p¿zpas queman y que cuanto antes debemos obrar. Todo está en marcha: la organización progresa extraordinariamente. Tenemos Comandos de Exilados en casi todos los países y el trabajo, a pesar de las diferencias- entre los propios peronistas marchan favorablemente en todas partes. Si allí está (Julio) Ghizzardi, no deje de hablar con él y si es posible convendría que se venga hasta aquí. Él ha recorrido toda la Argentina tomando contacto con las organizaciones y debe estar en condiciones de informar- bien al respecto. Por las noticias que me llegan de Brasil, Paraguay, Ur~uguay y Bolivia estamos ya en tren de tener los enlaces y comunicaciones para accionar mejor. Según se me informa podemos intentar dentro de poco paralizar el país y tenemos la organización necesaria pam enfrentar las consecuencias.
Por lo que se ve, la canalla dictatorial se descompone con un ritmo violento y todo parecewnirse abajo. Debemos esperar al máximo de su descomposición que en lo posible coincida con el máximo de nuestra composición y entonces no habrá problema. Hay que salvar el peligro de los nuevos " salvadores de la. Patria" que puedan aparecer y esto es precisamente lo único que actualmente me preocupa y que debemos arreglar cuanto antes nosotros. Según las informaciones que llegan parece que todo se precipita mistos días, en que el "Gran Bestia" declara en bancarrota al país y promete que el Pueblo debe pagar los platos rotos de las consecuencias. No maque dure mucho pues ayer hizo un discurso en la Casa Rosada para alabar a su Ministro de Hacienda que hoy renuncia. Cuando esas incongruencias comienzan en un Gobierno quiere decir que pronto se acaba.
Todo hace que desee tenerlos a ustedes en Caracas. Ya es indispensable hacer muchas cosas t¡ue solo se me hacen bastante pesadas naturalmente. Sale el Capitán (Guillermo) Barrena Guzmán que lleva estas cartas para ustedes y algún mteñal para las transmisiones allí destinadas a la Argentina. Por barco sale también para Chile Morales Salazar que lleva otras cosas del mismo carácter. Espero que hablen con ellos que podrán explicarles muchascas que no hago yo aquí.
Me entusiasma lapmanencia aquí por lo menos de algunos de ustedes por las posibilidadesietrabajar en conjunto en esta hora decisiva y porque sé que aquí estarán bien y sin las acechanzas de la proximidad fronteriza y con la posibiliiai de viajar adonde y cuando quieran. Ayer me ha comunicado el Gobierno que no habrá inconvenientes para que ustedes se trasladen a Caracas para lo cual me han dicho que sólo debo comunicarlo a fin de ordenar la visa para este país a las autoridades consulares en Chile. De manera que pueden venirse enseguida y dejar a la canalla dictatorial con la boca abierta más de lo que la tendrán con motivo de la fuga de Río Gallegos.
Le escribo también en ese sentido a (Jorge) Antonio y a los demás muchachos y le ruego que se reúnan y les informe usted todo a fin de que arreglen si desean viajar todos o algunos desean permanecer en Chile. Por lo menos creo que tanto usted como Antonio deben trasladarse cuanto antes a Caracas. Espero su comunicación para dar los pasos necesarios para la visa de sus documentos u ordenar el ingreso de cualquier manera.
Allí están los muchachos que trabajan y le pido que tome contacto con (José) Astorgano, (Orlando) Bertolini, (Florencio) Monzón, (César) Albistur Villegas, etc. En el caso de que no lo haya hecho ellos están en contacto directo conmigo. El más importante es Ghizzardi, en caso de que haya regresado de Buenos Aires a esa, porque podrá adelantarle las informaciones que yo estoy necesitando urgentemente aquí.
Espero poderlo abrazar pronto personalmente.
Un gran abrazo
JUAN PERÓN
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