Skip to main content

Carta al Dr. Julio Antún (02-06-1967)

Madrid, viernes 2 de junio de 1967.

Al Dr. Julio Antún

Córdoba

Mi querido amigo:

A mi regreso de Sevilla a donde fuimos a su Feria me he encontrado con su carta del 10 de abril pasado y que recién contesto por esa circunstancia. Espero tener el placer de abra­zarle en Madrid pues, según me dice el Doctor Zanón se pro­pone Usted hacer su viaje a Europa con la Señora: si es así lo esperamos y no deje de hacérnoslo saber en cuanto llegue: teléfono de Madrid 2.361.162, su casa. El compañero Torcuato Gervilla no me encontró en Madrid y me dejó su carta. No de­je de saludar a su sobreño José Rufail y transmitirle un gran abrazo de mi parte.

He lamentado como Ustedes la desaparición de algunos queridos compañeros de Córdoba y le agradezco mucho que hayan sido Ustedes tan amables de hacerme espiritualmente presente en cada caso: muchas gracias. He atendido aquí a Bil- da López Gigena en los ratos que he podido porque coincidió su estada con mis viajes. Es una gran muchacha, inteligente, sensible y peronista. Ya he tenido el placer de recibir al Doctor Mercado, pocos días antes de viajar a Sevilla: es una gran per­sona. El siguió viaje con la promesa de venirme a ver cuando regrese. Lo estoy esperando.

Le ruego que les diga a todos los compañeros que me es­criben, que son muchos, que me perdonen si tardo en contes­tar. Ustedes no tienen allí una idea de la correspondencia que literalmente me tiene parado. Es lógico que yo, contra todos no pueda. No me gusta hacer contestar las cartas porque eso no tiene ningún valor. En consecuencia, las contestaciones se me atrasan bastante tiempo o tendría que estar todo el día escribiendo y abandonar la correspondencia más impor­tante sobre la conducción con los organismos del Movimien­to, además de otras cosas que debo escribir para publicar, etc.

Le pido mil perdones por no haber llegado el 7 de mayo por lo menos con un cable, pero precisamente es cuando anda­ba fuera de Madrid y a mi regreso me traje una gripe andaluza que, como todo lo de allí, es para amacarse. Pero Usted sabe cuánto le deseo de felicidad en la enhorabuena que le hago llegar, tal vez un poco tarde pero con todo mi corazón, dan dolé la bienvenida en la cofradía.

Sé que las cosas por la Patria siguen su curso y poco se puede esperar como no sea para peor. La llegada de Krieger Vasena no da para imaginar nada favorable. Ya he examina­do sus medidas y las consecuencias que ellas tendrán para las organizaciones gremiales y para el Pueblo. El poder de los mo­nopolios con el apoyo de la dictadura militar será desastroso para el país. Esperemos que eso sea la causa en que ha de apo­yarse una reacción en cadena que nos lleve a la posibilidad de presentar un frente nacional unido contra el nefasto frente que tácitamente existe ya, conformado por la oligarquía vacu­na, lá pequeña burguesía industrial y los milicos. La paciencia de nuestro Pueblo es incomprensible para todos los que con­templan lo que pasa. Creo que el tiempo va siendo nuestro me­jor aliado junto con los que nos han sucedido en el Gobierno que, como reza en el refrán castellano: "Detrás nuestro ven­drán los que grandes nos harán". No sé si nosotros habremos sido demasiado buenos, pero los que nos sucedieron han sido tan malos que nos han hecho óptimos.

No deje de saludar a todos los compañeros y, repito, les transmita mis disculpas para los que aun ño les he contestado sus cartas. Mis respetos para su Señora. Un gran abrazo.

Firmado: Juan Perón.

  • Visto: 3637