Peron y Franco
Un misterio que nadie sabe explicar claramente es que el Caudillo de España puso de manifiesto una real indiferencia, desagradecimiento, descortesía y hasta una cierta agresividad hacia el líder argentino.
Durante los más de 15 años que vivió Perón en la “madre patria", jamás fue saludado, ni por una esquela, por Franco. Nunca se dieron la mano ytodos en el gobierno, la sociedad, el empresariado y hasta gente de la cultura, sabían del rechazo que le profesaba el jefe del estado hispano. Jamás nadie se atrevía a invitar a Perón a un acto o celebración cuando al mismo asistiría Franco; y en más de una oportunidad, el argentino fue desinvitado, toda una ofensa, por orden de los responsables del protocolo. También lo evitaban otros miembros del gobierno próximos al Caudillo. La única excepción era Doña Pilar Franco, su hermana, que por su carácter festivo, simpático y dicharachero (“vulgar", se decía) tenía restringido su acceso a los círculos del poder.
En la primer visita que efectuó a Madrid el doctor Héctor Cámpora como presidente argentino, por única y última vez, Franco se avino a darle la mano a Perón en la ceremonia de recepción. Fue un encuentro frío, sin ninguna efusividad o palabras de explicación, guardando el riguroso proceder del Generalísimo de cuidar la costumbre del “metro de distancia". El llamado metro de distancia era una severa regla según la cual nadie debía saludar al jefe del estado español aproximándose a menos de cien centímetros. Y como éste adelantaba poco su mano, el visitante debía inclinarse para alcanzarla y asíera fotografiado en posición de reverencia. Perón, conocedor de ese humillante proceder, se mantuvo erguido y alargó su brazo para el gélido saludo, sin agachar su cabeza.
Sin embargo, Perón recibía calurosas demostraciones de afecto popularen cuanto lugar se presentaba en público. La gente se arrimaba a él para saludarlo con cariño y, en especial las personas mayores, se emocionaban agradeciéndole el envío como regalo de barcos con trigo durante los años de hambruna a causa del bloqueo económico con sanciones impidiendo abastecerse del exterior. En aquella época había riguroso racionamiento de alimentos. Por otra parte, existieron denuncias,nunca seriamente aclaradas, de que parte del trigo mandado a España, no llegaba al pueblo español por ser comercializado a alto precio en otras naciones necesitadas de Europa.
Además, muchas personas le recordaban a Evita por haberla conocido personalmente. Es que durante los días que estuvo en España Evita, sus actividades oficiales comenzaban a las 11 de la mañana, pero ella, tanto en Madrid como en las distintas ciudades y pueblos visitados, se levantaba a las seis, o antes, y salía a caminar, deteniéndose con cuantos hombres y mujeres concurrían a sus trabajos o cumplían tareas de limpieza, conectándose así con gentes de ambientes populares.
Cuando el gobierno de Franco conquistó el poder, estaba totalmente aislado diplomáticamente de las organizaciones internacionales, por la colaboración militar recibida durante la Guerra Civil de fascistas y nazis. Solo mantenía relaciones diplomáticas con algunos países menores. Contra todas las presiones de las grandes potencias, el General Perón apoyó al pueblo español.En especial luchó para lograr adhesiones latinoamericanas para su ingreso a las Naciones Unidas. El agradecimiento y elogios a la Argentina era prácticamente generalizado en España. Tan era así que, con bombos y platillos, en 1957, estando Perón exiliado en Caracas (Venezuela) se cumplió un viejo proyecto de imponer su nombre a una gran avenida de la capital hispana, en un sector donde se extendía el Madrid moderno y hoy es una importante arteria bordeada de grandes edificios.
Pero las relaciones comenzaron a deteriorarse a partir del exilio de Perón en Santo Domingo en 1958, donde sufrió la agresión permanente del embajador hispano Sánchez Bella, sin dar en forma abierta la cara, pero influido por sus amigos argentinos de extrema derecha vinculados altambién depuesto General Eduardo Lonardi, presidente efímero que había pretendido infructuosamente ganarse a la masa peronista desplazando a su líder natural. Aquel grupo siempre minoritario, había integrado los originarios Comandos Civiles. El conjunto, odiaba hasta lo irracional, llamándolo entre otros calificativos insultantes, como“dictador prófugo", a quien intentaron asesinar tanto en nuestro país como en el extranjero.
Algunos españoles atribuían así ese desagradecido proceder de Franco: “Podría ser un resabio del viaje de Evita porque convocó una multitud nunca vista frente al Palacio de Oriente, cosa que le habría desagradado". Pero también reconoció que habían influido las constantes y variadas“intrigas gorilas" alentadas por Sánchez Bella.
Luego, se atribuía a Perón una frase terrible: “los ingleses comenzaron su imperio como piratas y algunos terminaron como caballeros. En cambio en España comenzaron muchos como caballeros, para que otros terminaran gobernando como piratas".
Estas palabras vuelven dolorosamente a la memoria por el comportamiento codicioso y “extorsivo" (así lo llamó días atrás nuestro gobierno) de las grandes empresas españolas en las relaciones económicas. Éstas, en Chile,están operando con la misma insolencia. Horas antes de llegar el presidente Ricardo Lagos de visita a Madrid, los empresarios ibéricos descargaron una nueva ofensiva en Santiago. El ministro de economía trasandino, Nicolás Eyzaguirre, declaró que “las compañías (españolas) le habían exigido a Chile el fin de la ‘argentinización’ del sistema eléctrico"... “Si no les gusta como se hacen las cosas aquí, tienen las puertas abiertas... nosotros somos chilenos y como tales tenemos que defender nuestro patrimonio y el derecho de los chilenos y no comenzar -como se dice- a que nos tiriten las cañuelas porque cualquier interéscreado comienza a tratar de darnos lecciones sobre cómo se tienen que hacer las cosas" (cita de Urgente 24).
¿No correspondería que nuestro gobierno preguntara al empresariado y Reino de España qué quisieron decir con ‘argentinización"?