“Tercer milenio, juventud sin compromiso”
En el trascurso de estas últimas décadas hemos observado con desazón que hay cada vez menos jóvenes militantes, esto se puede dar por varios factores que pueden ser: descontento, disconformidad, escepticismo, falta de oportunidades, etc, etc., de ellos y en más de una oportunidad trasladada de padres a hijos.
Un factor implícito que hiere de muerte a los jóvenes es eso que está prohibido pero al alcance de las manos, esta ahí.
Esto lo utilizan los que se animan a dar un paso mas, son los rebeldes, los idealistas, etc pero al no tener espacio, oportunidad, esperanza para la participación en este caso en política; esos audaces que se animan a dar el paso lo dan y en muchas oportunidades a la droga.
Porque en los años 60' 70' no era difícil ver a jóvenes con un libro debajo del brazo, hoy ya es casi una utopía.
Con la droga comienza el fin de un joven que pueda tener expectativas de cambio en un futuro, ese joven es lo que la Argentina precisa, con todas las neuronas al ciento por ciento, de ahí que la droga es moneda corriente el todos las clases sociales, pero en particular la baja, dado que son los que más sufren el desamparo político, y con sustancias baratas pero letales se los controla y elimina en forma lenta pero sin pausa para que no pueda emerger un líder real, y no lideres de cartón quizás con buenas intenciones pero faltos de respuestas, conocimientos y políticas concretas.
Nos referimos a las drogas que son ilegales, no a los medicamentos recetados por su médico. Por ejemplo, en 1998 uno de cada cuatro latinos en el 8vo grado había utilizado, por lo menos una vez, algún tipo de droga ilícita. El uso de drogas afecta igual número de hombres o mujeres latinos.
Droga: sustancia con efectos sobre el sistema nervioso central (psicotropa) que crea adicción, taquifilaxia y cuadros de abstinencia.
Los efectos psicotropos de las drogas son complejos y multiformes, variables según los estímulos ambientales. Pueden clasificarse en euforizantes y excitantes (cocaína, anfetaminas, alcohol en su primera fase, nicotina en su segunda fase), relajantes, sedantes y depresores (opiáceos —heroína, morfina—, benzodiacepinas —ansiolíticos, relajantes musculares e hipnóticos—, alcohol en su segunda fase, nicotina en su primera fase, barbitúricos, Cannabis —marihuana—, inhalantes), y alucinógenos (LSD, peyote, fenciclidina).
Esta es otra herramienta del capitalismo salvaje que la utiliza para el control de los pueblos a favor de los de siempre, amparada por leyes hipócritas que regulan pero no sancionan como correspónde y mucho menos rezan por erradicarla; sucede aquí como sucede en todo el mundo y el fin es siempre el mismo.
"De la piel para dentro empieza mi exclusiva jurisdicción. Elijo yo aquello que puede o no cruzar esa frontera.
Soy un estado soberano, y las lindes de mi piel me resultan mucho más sagradas que los confines políticos de cualquier país"
Anonimo
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