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Imposibilitados en justificar sus errores, EL GORILAJE SIGUE MOSTRANDO LOS PELOS

A horas de recordarse el 50º Aniversario del Bombardeo a Plaza de Mayo, mas precisamente el día 16 de Junio de 2005, el diario "La Nación" edita un cuasi "suplemento especial" sobre dichos acontecimientos. Uno de ellos firmado por el señor Isidoro J. Ruiz Moreno. Lamentablemente, como lo hizo su fundador, Bertolome "el mentiroso" Mitre, su diario aún continúa engañando perjuiciosamente a sus lectores.

Uno de ellos titulado "El 16 de junio de 1955, Una asfixiante atmósfera política" no es mas ni menos que un JUSTIFICATIVO de LOS MAS DE 300 ASESINATOS OCURRIDOS EN DICHA PLAZA: "Si por democracia se entiende el gobierno del pueblo, y por República la cosa de todos, la Argentina en 1955 había dejado de ser una república democrática." . Evidentemente este señor es un gorila.

Asquerosamente esta nota continúa desbocadamente resaltando la balazera justiciera del bombardeo ... "En 1953, tras el estallido de un par de bombas frente a la Plaza de Mayo (que causó media docena de víctimas) – Como si de Facturas se tratase- , el propio Perón alentó a sus partidarios a que quemaran la sede de los Partidos opositores (Radical, Demócrata y Socialista) y el Jockey Club, como lo efectuaron ante la pasividad policial. Quienes criticaban el vandalismo resultaron arrestados..."

"...El amancebamiento del presidente, de 60 años, con una adolescente de 15, con quien convivió en su residencia, fue un hecho que no pudo ser ocultado. Las críticas del clero hicieron que elementos hasta entonces adictos al peronismo, tanto civiles como militares, se sumaran a la oposición: eran los autodesignados "nacionalistas", caricatura histérica del patriotismo, unidos a la doctrina oficial de repudio contra Gran Bretaña, Estados Unidos y la "oligarquía", mote desdeñoso –Aquí le saltó muy bien la ficha- empleado por el Jefe de Estado y sus seguidores contra la clase alta de la sociedad argentina.

El episodio más resonante del enfrentamiento entre gobierno y opositores tuvo lugar con motivo de la tradicional procesión del día de Corpus Christi, en mayo de 1955, que estuvo prohibido por la autoridad (no podían realizarse otros actos públicos más que los de adhesión al Presidente), pero que se llevó a cabo mediante una impresionante concentración cívica en el centro de Buenos Aires, a la que concurrieron, por cierto, muchos que no eran católicos. El Ministerio del Interior contestó al desafío con la quema de una bandera argentina por parte de elementos policiales, para culpar a la Iglesia, dos de cuyos miembros jerárquicos fueron deportados.

Tal era la situación política del país en 1955, y la asfixiante atmósfera política habría de incidir en las conductas a seguir. La historia enseña que los dictadores creen que no deben ser sustituidos (generalmente no indican quién puede sucederlos) y que ninguno de ellos considera haber concluido su "etapa" ni que ha llegado el momento de traspasar el mando pacíficamente. La experiencia indica que deben ser desalojados de su posición por la violencia.

En ese clima de odio se planeó el ataque realizado el 16 de junio por integrantes de la Marina de Guerra y de la Fuerza Aérea contra la Casa de Gobierno (y no la "Plaza de Mayo", como se confunde a veces por motivos tendenciosos). El bombardeo y el siguiente combate causaron 200 muertos , -Se le cayeron unas cuantas zotas- según declaró el propio presidente Perón.

Si fue una acción "un poco alocada" (según me expresó textualmente el propio jefe del alzamiento, almirante Toranzo Calderón) para restablecer las libertades que ampara la Constitución, ello se explica, si no se justifica, por el espíritu que reinaba.

Y ese día culminó con otra muestra de la misma violencia, de signo contrario e igualmente desmedido, como fue el incendio de las iglesias históricas del centro de la Capital Federal.

Tres meses después, como consecuencia directa del fracaso de la Armada, parte del Ejército, la totalidad de la Marina y muchos elementos de la Fuerza Aérea se levantaron a su vez en armas y depusieron al presidente Perón.

El autor es miembro de las Academias Nacionales de la Historia y de Ciencias Políticas, escuela de Bartolomé Mitre.

El recalcitrante gorilaje aún sigue mostrando como le brotan los pelos. La intención de aquellos, como este VENDEPATRIA, es disfrazar la VERDADERA historia con fines meramente malintencionados. A este "Personaje" le respondemos de la "mejor" y mas pacifista manera: "VAYA USTED MISMO Y EXPLIQUESELO CARA A CARA A LOS FAMILIARES DE LOS MAS DE 300 MUERTOS DEL ASESINATO QUE USTED JUSTIFICA".

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