Ataquen a Isabel o a lo último que queda de Perón
No es ninguna novedad la continua persecución y proscripción que soporta el verdadero Movimiento Peronista –entiéndase no pejotismo- y por sobre todas las cosas el pensamiento de nuestro recordado e inmortal Juan Domingo Perón, que nosotros mediante espacios como este defendemos, y estén seguros que si fuese necesario, muchos lo haríamos hasta con la vida.
Podríamos afirmar que todas estas actitudes antinacionales y vende patrias antecedidas entre otras a la de un 3 de Febrero de 1852, prosiguieron en Junio de 1955 con un brutal bombardeo cobarde, aun impune, cuyos actores principales, aquellos mismos que presionaran el botón que soltasen las bombas sobre el pueblo en Plaza de Mayo, hoy se jactan orgullosamente de lo acontecido y se rasgan las vestiduras declarando "lo volvería a hacer". Aquí no hubo ni habrá justicia.
Continuó con aquellos compatriotas que ejemplificadoramente dejaron sus vidas por una causa noble, el recordado 9 de Junio de 1956. Sus Familiares quienes aun hoy continúan pidiendo justicia no logran el resarcimiento, siquiera social que realmente merecen.
Miles y miles de compañeros picaneados, torturados y hasta muchos familiares de militantes asesinados callan su voz porque la causa por la que pelearon, el retorno del General a su Patria, fue y será mas importante que el de pedir justicia personal que dicho sea de paso difícilmente les llegue.
El asesinato del paradigma del Movimiento Obrero Organizado Argentino, "liquidado aparentemente por el aire de Buenos Aires", aun hoy, a casi 34 años de acontecido no tiene siquiera un detenido, o lo que es peor, ni un investigado.
Que un Secretario General de la Confederación General del Trabajo, representante de millones de trabajadores, reciba 23 balazos en la vía pública, mas exactamente en la Avenida Avellaneda en intersección con la Avenida Nazca, al mediodía, plena luz del día, no fue ni será para estos mismos cipayos vendepatria, un crimen de lesa humanidad. Es que Rucci al igual que los héroes de la resistencia peleaban por una causa bien marcada, "el retorno del General a su Patria", y su sangre regó, lamentablemente, un árbol infinitamente grande de injusticia.
¿Cuántos compañeros dejaron su vida luego del golpe de estado a un gobierno Constitucionalizado por el 62 % de los votos el 24 d e Marzo de 1976? ¿Acaso todos los desparecidos fueron militantes de Izquierda? Por favor incluyan los nuestros. Los del movimiento obrero peronista son también DESAPARECIDOS.
Reza una canción del rock nacional "Cuando mas trepa el monito, el culo mas se le ve". Y es así. Aquellos que se atrevieron a gritarle en la cara al pueblo que aclamase, -repito- con mas del 62 % de los votos el gobierno de Perón:" Que boludos, que boludos, votaron a una muerta, una puta y un carnudo", hoy retoman el camino de la venganza. Aquellos que el mismismo Perón calificara de "estúpidos e imberbes" porque no reconocían el pedido de Paz que el Líder les pedía, vuelven a la carga.
Y no solo desde el gobierno se desalienta todo lo que a Peronismo huela. Un horroroso 17 de Octubre de 2006, quedará en la retina de millones de peronistas como el último manoseo al cuerpo de nuestro General y no por la acción misma del traslado expresamente pedido por él, sino por todo lo que aconteció San Vicente.
Resulta ser que muchos de los que continúan ganando elecciones, ya sean nacionales, provinciales y municipales, con los rostros de Perón y Evita en las boletas eleccionarias impresas en el borde superior derecho, hoy dan la "compleja" apariencia de haber nacido en la política por la famosa "cigüeña parisiena" que recorre miles y miles de kilómetros para depositarlos –lamentablemente- en estas tierras; y es evidente que no están a la altura de las circunstancias.
Hoy aparentemente la "ajusticiada", es nuestra recordada y amada, mal que a muchos le pese, ISABEL MARTINEZ de PERÓN. La señora de nuestro General. Aquella pequeña señora que acompañara en los últimos momentos de vida de Perón, hoy es señalada por el dedo "justiciero" de nuestra bendita "Justicia Garantista y Humanista".
Esta señora, para algunos denominada así despectivamente, para nosotros es fue y será la señora de Perón, hizo siempre lo que el hombre dispuso. Y si alguno piensa lo contrario evidentemente no reconoció jamás la autoridad de Perón. Y he aquí una de las causas. Aquellos que no reconocieron la autoridad de Perón hoy buscan a través de un encarcelamiento ajusticiar indirectamente lo poco que queda de Perón.
Deben recordar bien estos estúpidos imberbes, que mientras exista un pueblo conciente de sus obligaciones y derechos no podrán torcer el brazo de la Justicia. Aun nos queda la doctrina. Nos queda corazón. Porque el pueblo es justicia, y el pueblo se llama Perón!!!
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