Las Manos De Fermin
F. Chávez.
Cuando el maestro Fermín Chávez en ese titánico y a veces retraído esfuerzo por desentrañar las ideologías1 de los sistemas centrales, definió al pensamiento nacional como "epistemología de la periferia2", no hizo otra cosa que advertirnos que en ibero América, debía imponerse una nueva "ciencia del pensar" - es decir - una epistemología propia.
Desde una concepción filosófica orientada nítidamente hacia un historicismo cuyo supuesto esencial radica en que, para estudiar cualquier ser colectivo sea que se considere o no a éste como un organismo, es " indispensable conocer todos los elementos que la forman y sus modos de funcionar, con resultados varios en su vida anterior y su vida presente"3, el entrerriano nos enseñaba que "ninguna disciplina en particular proporciona un sujeto a la epistemología, ya que el sujeto no es el mismo en ontología, en lógica, en psicología, en ética y en estética. No hay tampoco, un ego epistemológico especifico"4.
El rescate integral e integrado de episodios y protagonistas obliterados por la historiografía oficial para Fermín, debía contribuir a superar ese verdadero desprecio por nuestro pasado, descrédito que según él emergió durante el siglo de las luces5 (Aufklärung), un período histórico donde se sobrestimo la capacidad una "razón humana" (que para muchos filósofos época era "siempre idéntica a sí misma, igual en todos los hombres y en todos los tiempos") - y donde lo racional - debía "sustituir a lo real en tanto éste (lo real) era juzgado como producto absurdo de la historia"6. Cabe señalar que para los historicistas como Chávez la redención del "ser histórico" no perseguía fines meramente académicos - sino muy por el contrario- objetivos político culturales vitales en cuanto "lo pasado" es constitutivo de "lo presente" y determinante de "lo futuro".
Para Chávez la importación a libro cerrado de la doctrina iluminista no sólo generó en el país un "un prejuicio moral y cultural" respecto a nuestras raíces indo–hispánicas, sino que además, a partir de tal influencia, empezó a germinarse una dicotomía - civilización o barbarie - donde lo bárbaro resultó paradójicamente lo propio, y lo civilizado, lo ajeno. La idea de barbarie empezará a cobrar de esta forma un sentido peyorativo "hacia adentro", trastornando los supuestos culturales "hasta el punto de hacerle creer a los nativos que nuestra civilización "consistía en la silla inglesa y en la levita". El iluminismo en nuestra región presupuso de esta forma una concepción naturalista y universalista de la sociedad, "bajo la cual habría de sucumbir el ethos de nuestro pueblo y nuestra propia (...) germinación espiritual"7
Evidentemente la obsesión por recuperar "lo gauchesco", "lo hernandiano", "lo facúndico", "lo matrero", etc., llevó a Fermín a realizar vitales contribuciones historiográficas. Pero más allá de estos trascendentes aportes, su gran y más valioso legado fue el de la preservación de componentes esenciales de la historia del peronismo. Así, a partir de innumerable cantidad de textos, artículos y opúsculos, entre los que se destacan: "Perón y el justicialismo"; "La chispa de Perón: el arte de la política en 70 relatos con humor, sarcasmo y sentencia"; "Siete escolios sobre Perón"; "El Che, Perón y León Felipe"; "John William Cooke. El diputado y el Político"; "Perón y el peronismo en la historia contemporánea en 2 tomos"; "Alpargatas y libros - diccionario de peronistas de la cultura en 2 Tomos"; "Eva Perón en la historia"; "Eva Perón sin mitos"; "Diez hijos de Evita, nueva generación"; "Historia del país de los argentinos";"Poemas con matreros y matreras"; "45 Poemas paleoperonistas"; "Evita hay una sola"; y "El peronismo visto por Víctor Frankl", Chávez intentará resguardar para las nuevas generaciones de argentinos acontecimientos, protagonistas y factores cardinales de la historia integral del peronismo.
La labor reconstructiva de Fermín Chávez y de otros autores que han ahondado en la herencia histórica del movimiento político mas trascendente de la historia argentina, cobra notoria significación en el presente - ya que desgraciadamente - desde sectores mal informados o malintencionados, se vienen difundiendo relatos parciales e incompletos sobre el pasado del justicialismo que incluyen - entre otras infidelidades - proposiciones que desnaturalizan el itinerario y el pensamiento de muchos de sus protagonistas, elucubraciones descabelladas y tendenciosas, y hasta el ocultamiento de constituyentes elementales de la cosmovisión peronista. De esta forma ciertas versiones del "Walshismo", del "Cookismo", o del "evitismo" aparecen como alternativas con relato propio a una historia que es profundamente rica, significativa y compleja.
En ese orden de ideas nunca debe olvidarse que, entre otros hitos fundacionales, el Peronismo germinará en medio profunda revolución artística, ética y estética acontecida no solamente en nuestra patria sino también en ibero América y que en la Argentina tal convulsión fue la protagonizada por la llamada "Generación Décima", progenie que reaccionó aguda y espiritualmente contra el coloniaje y se propuso la búsqueda de un sentido y destino colectivo. Se afirma, en tal sentido, que "la revolución estética y el nacionalismo cultural se expresarán a través de una innumerable cantidad de artistas y autores, en todos los campos del quehacer estético-cultural"8. Resulta emblemático mencionar en este ensayo, ya que resultaría imposible hacer honor a todos los que se lo hubieran merecido, los bellos paisajes de La Boca de Benito Quinquela Martín y los motivos camperos de las caricaturas de Florencio Molina Campos que conectarán la belleza visual con el sentimiento popular. Esta nueva sensibilidad de minorías y mayorías se verá reflejada, también, en el desarrollo de la música popular argentina (...) la mención de Carlos Gardel, Ignacio Corsini, Agustín Magaldi, Azucena Maizani, Rosita Quiroga, Esteban Celedonio Flores, Francisco Canaro, Pascual Contursi, Enrique Cadícamo, Enrique Santos Discépolo, entre tantos otros, nos exime de mayores comentarios. El teatro nacional tuvo a Armando Discépolo, Alberto Vacarezza, Samuel Eichelbaum, Luis Arata, entre otros destacados cultores. Juan Alfonso Carrizo y Carlos Vega hurgarán en las raíces de nuestro folklore. Carlos Gilardi, Luis Gianneo y Juan José Castro seguirán la línea de las dos generaciones anteriores en la expresión del llamado nacionalismo musical"9.
Ese verdadero cauce cultural generado por las progenies anteriores, más las condiciones materiales de exclusión10, y la acción Británica en el Río de la Plata, confluyeron allí, determinando una epopeya que alteró sustancialmente la vida de los argentinos. En ese preciso marco es en el que Perón, "conecta sus incursiones en la filosofía con su destino de hombre público y con la originalidad de la doctrina cuya base filosófica pretende exponer, no como filosofo profesional sino como realizador político."11 Y lo hace en plena conciencia de "que la dificultad del hombre de estado responsable consiste casualmente en que esta obligado a realizar cuanto afirma."12
La "comunidad organizada" obra alfa del peronismo según Oscar Castellucí, será concebida en un clima epocal caracterizado por antagonismos de sistemas opuestos y de clases, y emerge como una propuesta de armonización entre los intereses individuales y colectivos en el marco de una organización estadual que asegure la dignidad de todos, y de una democracia real, donde el único verdaderamente soberano y protagonista es el pueblo. Pero además, dicha "comunidad organizada", irrumpe como respuesta y propuesta a otra antítesis de la época, ya que "evidenció una exacta comprensión del conflicto latente que se establecía por entonces, entre el adelanto científico-tecnológico por un lado, y la preservación y exaltación de los valores de la dignidad del hombre, por el otro."13
La Comunidad Organizada a la que refiere Perón constantemente constituye, a la vez, una Nación cuyo concepto presupone indefectiblemente la inclusión del pueblo concreto. Cabe señalar al respecto, que una de las fuentes sobre las que abreva Perón es la producción teórica de la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (F.O.R.J.A). Como quedara asentado en publicaciones anteriores sobre el tópico14, las ideas de F.O.R.J.A. 15 nunca fueron ajenas a Perón, y los textos de Scalabrini Ortiz, Jorge del Río y José Luis torres16, editados por la agrupación, se constituyeron en lectura corriente de ciertos cuadros de la logia militar impulsada por Perón (el G.O.U.).
Una de las grandes conquistas conceptuales de FORJA, en especial de Raúl Scalabrini Ortiz, es aquella que plantea la incorporación del pueblo concreto –las mujeres y los hombres corrientes- al concepto de Nación.
Así, respecto a la doctrina peronista, podemos afirmar que será desarrollada por un Perón que profesaba una heterodoxia propia del pensamiento filosófico mestizo17. El general recoge así una fructífera tradición de pensamiento iberoamericano que va expresar en cada oportunidad posible. Tal tradición, deviene del particular modo en el que se conformo nuestro pasado. Mientras la América Anglosajona "fue el fruto genéticamente puro de la modernidad, la reforma y el proyecto técnico apropiativo de la naturaleza (...) basado en una teología protestante, en especial calvinista con énfasis en la predestinación y elección divina" y en tanto, "impulso su conquista basada en el exterminio absoluto y en la sustitución de la población"18 (los nativos no fueron integrados ni conservados ni siquiera como mano de obra esclava, y por ello se recurrió al negro como esclavo), el carácter premoderno de la conquista ibérica, fundo una historicidad particular ciertamente rapaz en lo que refiere a la extracción y apropiación de recursos, pero integradora ya que el mestizaje forzado tantas veces y consensuado otras, "configuro una base poblacional especifica que si bien puede determinarse como inarmónica configuro un novun histórico nutrido de fuentes diversas y en tanto un espacio de síntesis "no dialéctica y de síntesis originaria, esto es que no proviene de un proceso, sino que surge desde ya como poder de síntesis"19
En el contexto de ese novun histórico, un Perón mestizo va edificando un marco teórico en el que convergen distintas vertientes filosóficas. Desde una visión crítica -y "no como un intelectual sumiso- cuestiona los paradigmas consagrados del conocimiento formal, cosmopolita y doctrinal, que operan como verdaderos imperativos categóricos, y en los que todo está resuelto y dotado de prestigio. No se aísla del mundo, lo analiza desde su experiencia y formula una nueva propuesta."20
Juan Domingo Perón se forma teóricamente en tiempos de profunda crítica al positivismo europeo y de una revitalización de la filosofía iberoamericana. En lo que atañe a nuestro país, cabe resaltar que durante las primeras décadas del siglo pasado, todo el pensamiento filosófico es atravesado por la pregunta respecto a la Argentina que suponía un interrogante vinculado a nuestra identidad colectiva, no sólo como un impulso para la búsqueda de una tradición (en el sentido de indagación respecto a la configuración ontológica de nuestro pasado) e inscribirse en ella, sino como una delimitación de un universo de pertenencia y de sustento para el futuro. No puede obviarse en este proceso el acercamiento de la Iglesia Católica a los militares, y sobre todo la influencia que ideólogos de dicha extracción como Manuel Gálvez ejercerán sobre los jóvenes cuadros del ejército. La revista Criterio se constituirá en el órgano de difusión de este ideario, hecho al que se sumara la creación de cientos capellanías castrenses. Monseñor Miguel de Andrea ejercitará notable autoridad sobre el joven Perón21 y probablemente Jacques Maritain, influirá sobre su pensamiento, en especial en lo que refiere a la liberalización de ciertas prácticas.
Ese espíritu crítico que la vez asume posiciones propias es representado nítidamente por Perón. Para Alberto Buela esta actitud se retrata cuando, por ejemplo, "los postulados de libertad, justicia y solidaridad (que propone Perón) vienen a reemplazar a los viejos ideales liberales sostenidos por la Constitución de l853 tomados del lema de la Revolución Francesa de Libertad, Igualdad y Fraternidad". Para Buela hay coincidencia en uno de los ideales -que es el de la libertad- pero su interpretación es completamente distinta. La concepción de la libertad según la Constitución de 1853 (que es en definitiva la concepción de la libertad liberal) la define: "como poder hacer lo que se quiere, la libertad se va a presentar como una actitud, una cualidad del individuo más allá de su condicionamiento o de su vinculación social. Por su lado, la libertad de la concepción justicialista, va a ser entendida como libertad en situación es decir, un hombre no puede ser libre en una comunidad que no lo es."22
Como señalamos anteriormente, las remisiones filosóficas están presentes en Perón desde sus primeros textos orales o escritos, pero es quizás en la Comunidad Organizada donde expresa por primera vez, y en forma más acabada, su posición.
El 9 de abril de 1949, y en su condición de Presidente de la Nación clausura las deliberaciones del Congreso Nacional de Filosofía con una conferencia que luego se conoció como la Comunidad Organizada. Para Alberto Wagner de Reyna23, dicho congreso "en el escenario internacional del mundo del espíritu modificado por la guerra, significó una revelación de la nueva Argentina como potencia, no competidora sino co - responsable y factor de singular empuje."24
Todo estos antecedentes y otros no enunciados aquí en virtud de las características de este ensayo, que dan cuenta de protagonistas e influencias obliteradas en los relatos parciales, pero que resultan de altísima relevancia, deben tenerse necesariamente en consideración al momento de trasmitir el legado histórico que dio origen y sentido especifico al movimiento, ya que narraciones fragmentarias como las que critico, al desnaturalizar la esencia del peronismo, contribuyen - como aquél legado iluminista – "a privarnos de nuestro ser pretérito".
En tiempos de cierta incertidumbre sobre el futuro bien vale husmear un poco en el pasado, pero no como práctica para anudarse melancólicamente a él, sino para evitar que las nuevas generaciones peronistas construyan un destino sin las bases firmes que los nuevos tiempos requieren.
* SE PERMITE LA REPRODUCCION CITANDO LA FUENTE.
Notas
1 Ideologías que para él representaban "fuerzas e instrumentos de dominación".
2 Fermín Chávez: "La conciencia nacional; Historia de su eclipse y recuperación". Editorial Pueblo Entero. Año. 1996.
3 Wenceslao Escalante: Citado por Fermín Chávez en "La conciencia nacional...Ibídem
4 Fermín Chávez: "La conciencia nacional... Ibídem
5 Período que suele ubicarse entre la revolución Inglesa de 1688 y la francesa en 1789, y que denomina siglo de la razón. Es una etapa histórica que se caracteriza por la fe total y dogmática en la Razón Humana.
6 Fermín Chávez: "Historicismo e iluminismo; (para graficar esta postura Chávez refiere a Francis Bacon que en el "Siglo XVII renegando de todo el pensamiento antiguo, acuso a Platón y Aristóteles de haber viciado la naturaleza con la teología y con la dialéctica respectivamente.
7 Fermin Chavez, "Civilización y Barbarie". El liberalismo y el Mayismo en la historia y en la cultura argentina". Editorial Trafac. Edición 1956.
8 Juan W. Wally: Generación de 1940, Grandeza y frustración. Editorial Dunken, Bs. As., 2007
9 Juan W. Wally: Generación de 1940....ibidem
10 En ese orden de ideas, cabe recordar que durante las primeras décadas del siglo comienzan a converger en las orillas de la gran ciudad tres sectores marginados por diferentes razones, convergencia que, con el tiempo, va a producir un intercambio sumamente trascendental. Confluirán en las orillas de Buenos Aires en primer lugar los orilleros desplazados por la política de progreso indefinido impulsado a partir de 1870: El gaucho y en menor medida el indio. En segundo lugar los orilleros provenientes de las corrientes inmigratorias provenientes del exterior del país y privados de la promesa de tierras. En tercer lugar los orilleros desplazados del trabajo rural a causa de la caída del modelo agro -exportador. Estos tres factores van a converger físicamente y a convivir intercambiando experiencias, expectativas, conocimientos y tradiciones, y naturalmente, desarrollando una serie de conceptos, de ideas que van a ser recogidos por el ideario Forjista. Este factor es clave, ya que FORJA convive y analiza todas y cada una de estas experiencias, articulándolas con algunas elaboraciones provenientes del pensamiento nacionalista de principios de siglo y con el Revisionismo Histórico. Surge así el nacionalismo popular incorporando definitivamente al pueblo en el concepto de Nación.
11 Armando Poratti: La comunidad organizada: texto y gesto. Colección Liberación Nacional
12 Armando Poratti: La comunidad organizada: texto y gesto. Ibídem
13 Alberto Gonzáles Arzác: Pensamiento exógeno y endógeno en la formación constitucional argentina. En www.nomeolvidesorog.com.ar
14 Francisco José Pestanha: "F. O. R. J. A. De las catacumbas al poder", en Ernesto Adolfo Ríos (compilador), F. O. R. J. A. 70 años de Pensamiento Nacional ("El Gobierno y el derrumbe"), Corporación Buenos Aires Sur, Bs. As., 2007.
15 Para comprender cabalmente la labor forjista, pueden consultarse entre otros: Miguel Ángel Scenna: F. O. R. J. A.: Una aventura argentina (De Yrigoyen a Perón), Oriente, Bs. As., 1972; y los tres volúmenes de F. O. R. J. A. 70 años de Pensamiento Nacional, editados por la Corporación Buenos Aires Sur y la Comisión Nacional Permanente de Homenaje a F. O. R. J. A., durante los años 2006 y 2007.
16 Si bien es cierto que José Luis Torres no estuvo formalmente afiliado a F. O. R. J. A., alguno de sus textos fueron difundidos en los legendarios cuadernos de la agrupación, del mismo modo que el sótano de la calle Lavalle lo contó entre sus habituales conferencistas.
17 Para Armando Poratti: "La presencia del pensamiento en la historia americana es necesariamente una consecuencia del carácter mestizo del continente. Es un pensamiento que no puede ignorar la categoría occidental, pero su actitud es radicalmente otra, y por ello, la filosofía americana, vista desde afuera, parece a veces inexistente o a veces meramente subordinada e inferior". En La comunidad organizada: texto y gesto. Ibídem
18 Armando Poratti: La comunidad organizada: texto y gesto.... Ibídem
19 Armando Poratti: La comunidad organizada: texto y gesto. Ibídem
20 Catalina Pantuso: "La maldición de Malinche en la cultura política argentina". En www.cepag.com.ar .
21 Cfr. Fermín Chávez: El peronismo visto por Víctor Frankl. Theoría, Bs. As, 1999.
22 Alberto Buela: Notas sobre el peronismo. Bosquejo de la Comunidad Organizada, Editorial Grupo Abasto, Bs. As., 2007
23 Alberto Wagner de Reyna: Reconocido filosofo católico-existencialista y ex embajador del Perú.
24 Alberto Wagner de Reyna: "La fiesta de la Filosofía", en La comunidad Organizada, ADRIFER Libros, Bs. As., 2001
- Visto: 6217