
Game Over a la Educación Técnico Profesional
Los fundamentalistas más acérrimos del libre mercado, nos han arrastrado a un país de servicios y de especulación financiera, en el que se condena cada día a más personas a la pobreza más abyecta.
Transitamos un gobierno sin mirada productiva con caída sostenida del PBI en el 2018, caída del empleo y aumento de la pobreza, ello inevitablemente desorienta a los jóvenes en el proyecto de futuro y formación.
Ante este panorama la desinversión educativa a nivel nacional y provincial es una constante perdiéndose participación en los presupuestos a favor de servicios financieros y económicos.
El paralelismo en el ámbito educativo se acompasa claramente con esta visión cortoplacista de país y llegan luces rojas en la educación técnico profesional.
La Ley Nº 26.058 de Educación Técnico Profesional del año 2005 estableció la fuente de financiamiento para asegurar el fortalecimiento de la misma. Así se creó el Fondo de Financiamiento con un piso del 0,2 por ciento de los Ingresos corrientes del Presupuesto Anual Consolidado para el Sector Público y que se computa en forma adicional al del Ministerio de Educación.
Fue un emblema, una brisa fresca que le dio empuje real a la educación técnico profesional y logró después de décadas ponerse en pie. Y fue así a través de los planes de mejora institucionales y jurisdiccionales donde se pudieron ver edificios nuevos, laboratorios, maquinaria pesada, equipamiento, planteles de animales reproductores en las agrarias, etc.
Pero nada dura y en el período 2016/2018 con el actual DGCyE a la cabeza el INET se desperdiciaron millones por sub-ejecución, aproximadamente 500 millones de dólares. Se empezó a notar una merma importante en los planes de mejora y todo empezó a complicarse. Venían tiempos de cambios y deterioro en lo que supo ser la nave insignia que mostraba jóvenes que llenaban ciudades con sus semáforos LED, camas hospitalarias, reproducción de animales, autos eléctricos con energía solar y que ahora van a las mismas Olimpiadas de Ciencias con tristeza a reclamar que no le modifiquen el plan de estudios.
Hoy estos jóvenes que otrora se ocupaban por formarse, defienden a la ETP del desmantelamiento que se pretende. En el mes de julio de este año se presentó en el Consejo General de Educación, la propuesta de modificación a los diseños curriculares de ETP, de prosperar la medida no se dictarán asignaturas tales como geografía, historia, construcción ciudadana, arte, educación física. Asimismo, esta modificación trae aparejada un recorte de 1476 horas en los 7 años de carrera. Es decir, una menor inversión provincial, alumnos con menos posibilidades de construir un pensamiento crítico. Ello conlleva además que por esa reducción algunos títulos pierdan su validez por no contar con los requisitos mínimos.
En un mismo sentido, la política de debilitamiento de la ETP conminó a 220 Centros de Formación Profesional conveniados al ámbito del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos aires en una clara vulneración a la Carta Magna Provincial, a la Ley Nº 26.058, a la Ley Nº 13688 y de ningún modo surge de las atribuciones que le otorga la Ley de Ministerios Nº14803 a la jurisdicción Trabajo la competencia formativa que es excluyente e indelegable por rango constitucional de la DGCyE. Uno de ellos es el Centro de Formación Profesional Nº 401 de Azul que en éstos días corre peligro su continuidad después de 35 años y 20.000 mil alumnos que pasaron por su establecimiento, hay incertidumbre por su futuro de eso se trata cuando hablo de vaciamiento.
Hay que tener la grandeza de mirar grandes logros, poder tomarlos y edificar sobre ellos y no borrarlos de un plumazo, como pasa actualmente. Estamos en un momento duro para la Educación Técnico Profesional. Profundicemos, estamos en un momento duro de la educación y de los valores
La destrucción de la ETP, la transferencia de los CFP a Trabajo, la reducción de planes de estudios, la guerra encarnizada y el descrédito permanente a los representantes del sector docente, la unilateralidad permanente de la negociación, la lucha de atrás contra la inflación y la irremediable pérdida de poder adquisitivo salarial y el fantasma que acecha siempre y la precarización laboral mediante el proyecto de Reforma Laboral en el Congreso y que está en ciernes y que no nos tiene que pasar de costado. Son todas fotos de la misma película que se llama mano de obra barata, flexibilización, jóvenes con figuras que rozan por pocas horas el límite de jornada laboral y que de formativo tienen poco o nada, porque para que sea formativo le debe servir al alumno y no a la empresa
Todo discurre rápidamente en la provincia mientras su máxima autoridad taconea fuerte en la inauguración del Metrobús en Morón y dice “(..) se puede (…) esto no es cartel, esto no es discurso, no es chicana, esto como dijo el Presidente el otro día cuando estábamos en un puente se pisa, esta acá y no te lo saca nadie (…)” que sutileza chicanera la del puente. Pero parecería no recordar la mandataria, en ese momento de euforia discursiva que hay 500 escuelas sin clases o contingencia hace casi 2 meses y perdimos 1 mes de clases en la provincia. Por todo eso que en estos tiempos el silencio y la mesura deberían ser la mayor manifestación de respeto ante grave situación que transitamos y a la memoria de los que no están. Una situación que pasó lejos de la señora Gobernadora.
(*) Ex Directora de Educación y Cultura de la Provincia de Buenos Aires
Fuente: http://www.agencianova.com/nota.asp?n=2018_10_22&id=65839&id_tiponota=83
- Visto: 3703